Un programa colorido, alegre, virtuoso y versátil en su dulce expresión del repertorio inglés, que demuestra que ya en el siglo XVII los británicos tenían un buen sentido del humor.
Desde encantadoras canciones populares hasta elegantes piezas de danza y cautivantes composiciones de corte, este programa presenta la diversidad musical del período con obras de reconocidos compositores como John Dowland, Henry Purcell y Matthew Locke.
Las bellas melodías vocales se entrelazan con la virtuosidad instrumental en este 'broken consort' de canto, flautas, gamba y laúd, creando una experiencia musical que deleitará los sentidos y transportará al público a la rica tradición musical de la época.
Instrumentación: mezzosoprano, flauta de pico, viola da gamba, cuerda pulsada y preferiblemente órgano positivo. La combinación se puede adaptar a la ocasión.
Un viaje musical por un mundo de contrastes, luz, color y oscuridad
La Seconda Pratica es un estilo barroco temprano donde, a diferencia de la Prima Praticadel Renacimiento, se busca más libertad expresiva en forma de una voz solista acompañada por un bajo continuo. Supone el florecer de la música instrumental solista como género, ya no como apoyo o sustituto de la música vocal sino con su propio lenguaje y formas de expresión.
"Como indican nuestros protagonistas, estamos ante “un contemplativo viaje musical por un mundo de contrastes, luz, color y oscuridad”. Y también, ante un “viaje musical íntimo a través de la música que canta en nuestras mentes, en nuestros corazones, en nuestras almas”. En efecto, lo que escuchamos rezuma intimidad. Y sutileza. Es una auténtica delicatessen.”
Eduardo Torrico, Scherzo, Abril 2023
Con un repertorio que incluye una variedad de obras cantadas y luego interpretadas en la flauta, los diferentes timbres y colores que se mezclan con el acompañamiento del clave y el órgano crean una experiencia musical impresionante. Además, la combinación de música cantada, narrada y bailada hace que este concierto sea emocionante y lleno de sorpresas.
Los cantos celestiales
En este programa especial, nos sumergimos en las profundidades de las obras eclesiásticas que han servido de inspiración para elaboradas glosas y versiones póstumas ornamentadas. La excepcional cantante Victoria Cassano nos guiará a través de un mundo de cantos divinos, acompañada por la majestuosa sensibilidad y destreza del organista y clavecinista Jorge López-Escribano y la virtuosa flautista Lobke Sprenkeling, quien nos deleitará con las fascinantes versiones glosadas históricas de varias de estas obras vocales.
Es un repertorio poco frecuente, a pesar de tratarse de los 'hits' de la época, por lo que ésta será una oportunidad única para descubrir y apreciar aquellos tesoros musicales.
Un viaje espiritual del romántico al trascendente amor
En este programa invitamos al público a participar en “A Pilgrimes Solace”, consuelo de un pelegrino, llamado así por el mismo libro de canciones con acompañamiento instrumental de Dowland, proponiéndonos un viaje desde lo más mundano hasta una idea trascendente del amor y la vida. Hay una búsqueda interior de la pregunta "¿Qué es el amor?", especialmente después del desencanto de lo mundano, que lleva al protagonista hacia dentro de sí mismo y hacia la conclusión de lo Divino. Hacia el final de esta bellísima compilación de pequeñas joyas este verdadero “consuelo del peregrino” nos lleva de regreso a la tierra: las piezas finales de la colección son melodías dramáticas, algunas joviales y otras melancólicas, posiblemente para usar en celebraciones con máscaras o entretenimientos de la corte en lugar de hacer música en casa.
Todos cuentan con dioses y figuras alegóricas, con una historia ambientada en breves versos, entre uno y tres, seguidos de una "conclusión" que al final nos propone una reflexión moral. Es esta búsqueda, este deambular perpetuo del viajero lo que hace que esta colección sea única. Musickes Delight lo interpreta con una instrumentación cambiante, a veces puramente instrumental, a veces vocal, con solos virtuosos de la viola da gamba y maravillosas instrumentaciones del laúd y del órgano. Todos estos componentes hacen de su propuesta musical una experiencia profunda, versátil y deleitable gracias a su musicalidad y sus cambios de color, y por las historias que narra a través de sus maravillosas melodías y armonías.
La música francesa es como una caricia, una mirada que nos parece haber imaginado, un susurro, un gesto, y sobre todo una danza.
Al contrario del estilo italiano, extrovertido, virtuoso, apasionado, incluso extravagante, el estilo francés se caracteriza por la moderación, el refinamiento y la exquisitez.
La espectacularidad y el virtuosismo juegan un papel secundario en Francia, dominados por el buen gusto —le bon goût — la elegancia, y por la sencillez, curiosamente compatible con la exuberancia de la ornamentación. Su expresividad controlada, sutil y elegante, es opuesta al estilo italiano, que se basa más en grandes gestos expresivos. Los ornamentos franceses son pequeños adornos como el trino, que ya aparece en los air de cour de la primera mitad del s. XVII, el mordente conocido como battement, la apoggiatura conocida como port de voix, y otros ornamentos. La música francesa tiene gestos finos y ligeros pasos pero en el fondo es introvertida: llora tras puertas cerradas, sufre con una sonrisa, muere con un minúsculo gesto de súplica. En la intimidad de sus silencios es donde ama, llora, rechaza, se enfada, sufre, goza.